viernes, 28 de junio de 2013

El salario medio de las mujeres es un 23 por ciento inferior al de los hombres


 


El sueldo bruto anual más frecuente se situó en España en torno a los 15.500 euros en 2011, según la Encuesta anual de estructura salarial publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
No obstante, la ganancia media anual por trabajador fue ese año de 22.899,35 euros, el 0,5 % más que el año anterior, debido a que hay muchos más trabajadores que tienen sueldos bajos que entre los que cobran remuneraciones más altas.
Así, explica el INE, el salario mediano, el que divide al número de trabajadores en dos partes iguales, los que tienen un salario superior y los de salarios inferior, se situó en 19.287,24 euros brutos al año.
La encuesta del INE muestra un incremento del porcentaje de trabajadores en las franjas más bajas de salarios, lo que se traduce en el hecho de que el salario medio sea superior tanto al mediano como al más frecuente.

Desigualdades entre cargos y por género

El INE destaca la gran diferencia del grupo de directores y gerentes con los del resto de las ocupaciones, ya que su salario fue un 137,5% superior al salario medio.
Los directores y gerentes ganaron 54.396,44 euros brutos anuales de media, le siguieron los otros técnicos y profesionales 34.368,77, los técnicos y profesionales de apoyo (28.176,89) y los trabajadores de los servicios de protección y seguridad (26.474,05).
También hubo diferencias por género, ya que el salario bruto medio anual entre las mujeres supuso el 77% de la de los hombres, con 19.767,59 euros para ellas, frente a los 25.667,89 euros de ellos.
En 2011, el 16,38% de las mujeres tuvo ingresos menores o iguales al salario mínimo interprofesional (SMI), frente al 6,8% de los hombres y, si se tienen en cuenta los salarios más altos, el 9,97 % de los varones presentó sueldos cinco veces superiores al SMI, frente al 4,41% de las féminas.
www.rtve.es

jueves, 20 de junio de 2013

El 38% de los asesinatos de mujeres en el mundo son casos de violencia machista


El 38% de los asesinatos de mujeres en el mundo no se debe a robos callejeros, o situaciones de guerra, no: son perpetrados por su pareja o expareja, una cifra "alarmante", según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El primer estudio global sobre la violencia física o sexual contra la población femenina elaborado por este organismo revela que un tercio de las mujeres de todo el mundo ha sufrido o sufrirá violencia a manos de su compañero sentimental en algún momento de su vida.


La OMS define la violencia física o sexual contra la población femenina como "un problema de salud pública de proporciones epidémicas". El informe Estimaciones mundiales y regionales de la violencia contra la mujer: prevalencia y efectos de la violencia conyugal y de la violencia sexual no conyugal en la salud —publicado por la OMS en colaboración con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y el Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica— determina que el 35,6% de las mujeres ha sufrido agresiones a manos de su pareja o de alguien que no es su pareja —en algunas zonas, como el continente africano, esta cifra se eleva al 45,6%—. En su mayor parte, son casos de violencia machista. Es significativo que el 29,4% de las chicas de entre 15 y 19 años haya sido maltratada por su compañero o excompañero sentimental, lo cual refleja que este problema se inicia muy pronto en las relaciones de pareja.


Pero el informe no solo se centra en este tipo de violencia, sino que también refleja las agresiones sexuales a las mujeres a manos de otras personas. El 7,2% de la población femenina ha sufrido esto en algún momento de su vida. Llama la atención que, según el estudio, el porcentaje sea mayor en los países desarrollados (12,6%) que en regiones como el Sudeste asiático (4,9%) o el Pacífico occidental (6,8%). La OMS aclara, sin embargo, que en estas últimas zonas la violencia sexual sigue estigmatizada, por lo que muchas mujeres no se atreven a denunciar estas agresiones, ya que se sienten avergonzadas e incluso culpables. Los autores de la investigación reclaman más estudios sobre la violencia fuera del seno de la pareja. "Necesitamos que más países midan este tipo de violencia y estudien los mejores instrumentos de medición que estén disponibles", expone el doctor Naeemah Abrahams, del Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica.


Hay que tener en cuenta que las cifras que ofrece este estudio se obtienen de comparar países donde no siempre se contabilizan estas agresiones con el mismo rigor o se usan sistemas diferentes.


Los efectos de la violencia en la salud

El estudio menciona las muchas enfermedades o padecimientos asociados a estas agresiones, como la mayor probabilidad de dar a luz a bebés por debajo del peso recomendado, de padecer una depresión, de tener problemas con el alcohol o sufrir un aborto; además aumentan los contagios de enfermedades de transmisión sexual.


El porcentaje de hombres muertos a manos de sus parejas, un 6%, contrasta con el caso contrario, el de mujeres que son víctimas mortales de sus compañeros sentimentales: un 38%. En algunas regiones, como el Sudeste asiático, más de la mitad de los crímenes contra mujeres (el 55%) son cometidos por sus cónyuges.


Los autores del informe remarcan la importancia de que por primera vez se haya realizado una revisión sistemática y una síntesis de datos científicos a nivel global y regional sobre la prevalencia de estas dos formas de violencia contra la mujer. El estudio anima a reforzar los esfuerzos para prevenir las agresiones y concienciar a la población y hace hincapié en la necesidad de mejorar la asistencia a las víctimas de violencia.

domingo, 16 de junio de 2013

España supera a Alemania en igualdad de género



La sociedad alemana es menos igualitaria de lo que su pujanza económica invitaría a pensar. Y la española, algo más de lo que sugiere la uniformidad de los consejos de administración. España supera a Alemania, Austria y Luxemburgo en cuestiones de igualdad de género, según un nuevo indicador europeo presentado hoy en Bruselas. Si el 100 es la equidad absoluta, España se sitúa en el valor 54, exactamente igual que la media, mientras Alemania se queda en el 51,6, de acuerdo con el estudio realizado por el Instituto Europeo para la Igualdad de Género, una agencia dependiente de la Unión Europea.

La diversidad de indicadores que integran ese marcador explica que los resultados en ocasiones contradigan la percepción de los ciudadanos. El índice recoge variables que se agrupan en seis: trabajo, dinero, conocimiento, tiempo fuera del trabajo, poder y salud. Esta última rúbrica, que mide cuestiones como la esperanza de vida, la propia conciencia de la salud o el acceso al sistema sanitario, arroja los valores más cercanos a la igualdad: 90,1 en toda la UE. Y España incluso supera esa media, lo que eleva su nivel agregado de igualdad. También la alta participación de la mujer en el mundo laboral ayuda a amortiguar las diferencias en otros campos.

Los líderes en igualdad son Suecia, Dinamarca y Finlandia y los que peores resultados obtienen, Bulgaria, Rumanía y Grecia. Casi al mismo nivel que Grecia se sitúa Italia, un país en el que la presencia de la mujer en la vida pública es muy reducida a pesar de su importancia económica.

El peor resultado se obtiene en el capítulo de poder. Ahí, la Unión Europea ha recorrido un poco más de un tercio del camino hacia la igualdad (38,8). Ese indicador recoge una realidad muy diferente en el sector público y en el privado. Las normas para favorecer la paridad en la representación política sitúan este aspecto en el 49,9, mientras el mando en el mundo económico apenas merece 29 puntos. “Es una gran pérdida de talento y recursos”, ha asegurado Anna Rita Manca, experta del Instituto Europeo para la Igualdad de Género, en la presentación de los resultados.

El estudio fue un encargo de los Estados miembros de la Unión Europea para disponer de indicadores creíbles con los que abordar el problema de la desigualdad. En representación de los Veintisiete, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha animado a cerrar esa brecha, especialmente en lo que concierne al empleo: “Si logramos mejorar la posición de la mujer en el mercado laboral, nuestra competitividad crecerá, nuestro saldo fiscal mejorará y las empresas se beneficiarán de una mayor diversidad en ideas y puntos de vista”.

Tampoco son alentadores los resultados sobre el uso del tiempo libre. El indicador aglutina el tiempo que hombres y mujeres dedican a actividades diferentes al trabajo y las dividen en dos grupos: sociales (deporte, vida cultural, ocio…) y cuidado del hogar o de la familia. El resultado es que las mujeres dedican escaso tiempo a la primera opción y mucho a la segunda, por lo que el camino hacia la igualdad se queda en un magro 38,8.

Uno de los resultados más rompedores se refiere a la educación. Aunque el 60% de los licenciados en Europa son mujeres, este indicador arroja una cifra bastante pobre en lo que respecta a la equiparación. Las expertas del instituto de género explican que esa categoría no solo recoge la participación de la mujer en la educación, sino también la segregación que se da por disciplinas (las mujeres se suelen concentrar en educación y sanidad, mientras en las disciplinas científicas predominan los hombres) y la formación a lo largo de la vida laboral.

A la hora de proponer alternativas, el instituto aboga por medidas activas como la fijación de cuotas. Sin querer entrar en detalles, por entender que se trata de decisiones políticas, Anne Laure Humbert, experta de este organismo, considera la elaboración de este índice como un buen punto de partida para actuar. “Lo que se mide al final acaba haciéndose”, reflexiona. Aunque los resultados aún no permiten ver la evolución de la mujer en los últimos años, Humbert cree que la crisis está agrandando la brecha entre hombres y mujeres en Europa.

El estudio constata una laguna fundamental sobre la que sus autoras quieren llamar la atención. Se trata de la violencia sobre la mujer, un elemento que consideran clave pero en el que no existen estadísticas homogéneas. Con la presentación de este indicador, las expertas demandan la elaboración de datos comparables en la UE.


jueves, 6 de junio de 2013

La directora del IAM destaca la importancia de la coeducación en la prevención de la violencia de género


GRANADA, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
   La directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Soledad Ruiz, ha destacado este martes la importancia de la formación en igualdad y la coeducación, tanto de alumnado como de profesorado y familias, "para avanzar hacia relaciones emocionales igualitarias y, sobre todo, para prevenir la violencia de género".
   Así lo ha señalado durante su asistencia en Granada a uno de los talleres de la VIII edición del programa de coeducación destinado a formar fundamentalmente a las asociaciones de madres y padres (Ampas) de los centros educativos de Andalucía, además del profesorado y el personal de los Centros Municipales de Información a la Mujer (Cmims). La iniciativa, que se lleva a cabo entre mayo y junio en todas las provincias andaluzas, tiene como objetivo sensibilizar, orientar y formar a las personas participantes en materia de coeducación, igualdad y violencia de género, con el fin de ofrecerles habilidades y estrategias para prevenir desde el entorno educativo y familiar la violencia de género en menores y adolescentes.
   Según ha recordado la directora, "pese a la legislación vigente y la red de recursos institucionales", se ha detectado un progresivo aumento de la violencia de género en la juventud, cuyos modelos de socialización "no sólo están en las aulas, sino también en las familias, el ocio, los medios de comunicación y la cultura".
   Por ello, Soledad Ruiz ha insistido en la necesidad de un "mayor compromiso pedagógico" por parte de las familias y la industria cultural, sin el cual "cualquier avance dentro del sistema educativo reglado tiene poca repercusión". 
   En este sentido, Ruiz ha subrayado la importancia de este programa formativo para madres y padres, que se está desarrollando en 24 localidades andaluzas, y en el que se explica cómo las desigualdades de género pueden desencadenar situaciones de violencia de género, cómo éste proceso es aprendido a través de la socialización y cómo desde la igualdad de género se puede deconstruir el modelo de relación desequilibrada. Los talleres imparten dos sesiones de tres horas de formación cada una, a lo largo de las cuales se trabaja en reflexionar sobre la violencia de género en el ámbito escolar y motivar la elaboración por parte de AMPA de propuestas para el desarrollo de proyectos coeducativos.
   Para ello, cada taller aborda, en una primera sesión, una dinámica de presentación, una explicación docente de conceptos clave y un análisis del material didáctico Andalucía-Detecta-Andalucía Previene. La segunda sesión parte del comentario de un caso práctico, para después abordar una propuesta de trabajo desde el AMPA, que se complementa con la utilización de otros materiales didácticos del IAM, como la campaña 'La violencia no es un juego' o la publicación 'El alma de los cuentos'.
   A lo largo de las ediciones anteriores, desde su puesta en marcha, la iniciativa ha llegado a más de 3.800 madres y padres de alumnado de infantil, primaria y secundaria, así como profesorado y responsables de coeducación.
   El programa se enmarca en el conjunto de actuaciones que la Junta de Andalucía lleva a cabo en materia educativa para promover la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida y prevenir la violencia. Entre las iniciativas se encuentran también la formación del profesorado; la organización de jornadas divulgativas y la distribución de recursos y materiales formativos; las campañas del 8 de marzo y del 25 de noviembre; las campañas anuales sobre el juego y el juguete no sexista y los programas y actuaciones que desarrollaba la Junta en colaboración con el Gobierno central, entre otras.

El niño que no sabía barrer

“Georgina está cursando dos carreras a la vez”. “¿Ah, sí? ¿Y qué hace? ¿Barrer y fregar al mismo tiempo?”. Es vergonzoso que a estas alturas las mujeres tengamos que aguantar este tipo de comentarios. Pero es todavía peor, si sabemos que salen de un iluminado estudiante de segundo de Bachillerato. Ignorancia en estado puro.
A pesar de que, tras años de represión, la mujer ha logrado ganar territorio a la hegemonía masculina, todavía queda mucho por hacer. Nuestra vida cotidiana está llena de elementos que nos recuerdan cuál “debe ser” el rol de la mujer. La televisión, la publicidad, etcétera contribuyen a estigmatizar la figura femenina relacionándola solo con las tareas domésticas o el cuidado de la familia. ¿Acaso las mujeres no estudian? ¿No hay grandes directivas, científicas o políticas? Ni que el mundo hubiera ido tan bien a cargo de los hombres.
Es triste. Pero en pleno siglo XXI las mujeres nos vemos obligadas a seguir reivindicando los derechos que merecemos, y a luchar para que ambos sexos sean considerados de igual manera. Hay que educar a la sociedad para que ninguna otra chica tenga que volver a oír nunca comentarios impertinentes y absurdos de algún ignorante frustrado que no sabe ni cómo coger una escoba.— Georgina Garriga Sánchez.

lunes, 3 de junio de 2013

Machista y mala, la nueva paradoja de la adolescente

Ángel Peralbo, psicólogo y autor de ‘De niñas a malotas’, afirma que la solución pasa por valorar sus capacidades y potenciar su felicidad y su valía como personas

Machista y mala, la nueva paradoja de la adolescente


Psicólogos, fiscales, educadores y, sobre todo, padres asisten en los últimos años, entre horrorizados y atónitos, a una paradoja cuyas protagonistas no son otras que las adolescentes españolas.

Por una parte, parecen haber emprendido una carrera frenética para igualarse a los varones, pero no precisamente en los aspectos positivos tradicionalmente asociados al sexo masculino.

Por otra, hacen gala de un machismo recalcitrante teóricamente impropio de mujeres jóvenes que han crecido y han sido educadas en una sociedad más progresista e igualitaria. Y todo ello a una edad cada vez más precoz, que no va a acompañada de ninguna madurez emocional.

De esta manera, la incidencia de conductas agresivas ha aumentado en más de un 30% en los últimos cinco años entre las chicas de 13 y 14 años y, según avisan varios juzgados de menores, se trata de episodios cada vez más graves y continuados.

Asimismo, también están alcanzando, e incluso rebasando, a los chicos en lo referente al abuso de sustancias como el tabaco y el alcohol.

Concretamente, ellas ya fuman más que los varones y aunque éstos beben de forma más habitual, son las menores las que se emborrachan con mayor frecuencia. Emborracharse casi por sistema cada vez que salen de marcha suele llevar aparejada una conducta sexual irreflexiva, promiscua y «objetal » término que los especialistas emplean para denominar el sexo «de usar y tirar», relaciones en las que no hay sentimientos no ya de amor, sino siquiera de un mínimo aprecio.


El diálogo, ridiculizado

«Se trata de ser la más dura, la más macarra, la más malhablada, la que se enrolla con más tíos, la que impone sus gustos y normas por narices y la que dirime las diferencias a base de fuerza bruta», resume Ana Isabel Gutiérrez Salegui, psicóloga especialista en adolescentes.

«Las chicas que presentan un perfil más conciliador, dialogante y, en definitiva, poco conflictivo, pasan a ser la ñoñas a las que se ridiculiza», prosigue la experta.

Otros profesionales del sector refrendan estas cifras. Carine Sánchez, trabajadora social en Málaga, con una amplia experiencia en proyectos con menores, confirma no solamente el incremento de la agresividad y de la violencia femenina sino también el del machismo. «Trabajamos con chicas que no salen un fin de semana porque él ha trazado planes con sus amigos y se enfada si ella hace lo propio; que tienen que revisar su atuendo antes de salir de casa, que viven controladas por llamadas constantes de sus parejas... y que tienen interiorizadas ideas caducas como que son ellas las que han de asumir las tareas domésticas o que los celos responden al amor verdadero », explica.

Por su parte, Ángel Peralbo, psicólogo en el gabinete Álava Reyes y autor del libro ‘De niñas a malotas’, corrobora que «no avanzamos en una línea y retrocedemos en la otra», lo que hace que a partir de los 13 años las chicas sean mucho más proclives a sufrir trastornos psicológicos que los varones, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que además dichos problemas sean más severos e incapacitantes que los que afectan al género masculino.


Más estados depresivos

«Hasta esa edad las cosas están bastante igualadas, pero a partir de la preadolescencia las cosas se complican. Los problemas masculinos suelen estar asociados al comportamiento; los de ellas eran fundamentalmente de tipo anímico y relacionados con su sensibilidad, como la ansiedad o los estados depresivos. Ahora lidiamos con una situación desconcertante por esa mezcla de chicas que tienen un comportamiento malote combinado con una conducta de sometimiento, sumisión e infravaloración de su papel dentro de la pareja», explica el experto.

En cualquier caso, los especialistas consultados por ‘SaludRevista.es’ coinciden en que, afortunadamente, nunca es tarde para enmendar la situación y que las terapias con adolescentes dan frutos, a veces dulces.

¿Cuáles son las claves para que nuestras niñas transiten por el difícil periodo de la adolescencia sin caer en esta paradoja? Peralbo lo tiene claro, al menos en lo referente a dos áreas: la autoestima y la inteligencia emocional.

«Tenemos que valorar sus capacidades y potenciar su felicidad y su valía como personas, no sólo sus logros. Hemos descuidado la inteligencia emocional en favor de la formación curricular y no hemos favorecido su responsabilidad, su independencia, su juicio crítico o su tolerancia a la frustración. Concedemos mucha importancia al resultado, pero no al método y los valores que hay que cultivar para lograrlo ».

Si a esto le sumamos una comunicación más fluida y el refuerzo positivo (no incidir constantemente en lo que hacen mal y dar relevancia a lo que sí llevan a cabo bien) estaremos en el buen camino.
  ALEJANDRA RODRÍGUEZ www.ideal.es