Esta película, basada en una historia real, nos muestra una mujer sin ningún tipo de capacitación que ha fracasado tanto en el trabajo como en su vida de pareja. A esto se le añade la injusticia de un juicio por un accidente que sufrió. Se siente engañada e ignorada. Sin embargo y a pesar de todo esto, ella es pasión, emotividad y coraje. Todo eso es lo que necesita para sacar a sus tres hijos adelante.
El trabajo que consiguió por compasión en un bufete de abogados le lleva a un caso complicado. En ese contexto laboral cada vez más inhóspito, donde experimentará la frialdad y la envidia de sus compañeras, ella va a introducir el sentimiento, el calor. Su capacidad de escucha y de empatía, llevarán a Erin a implicarse personalmente en este caso tan complicado. Llegará a ser una cuestión tan personal que le absorberá de tal modo que vivirá de espaldas a sus hijos y al hombre que conoció, George. Podríamos decir que el éxito laboral que va viviendo se da al mismo tiempo de un nuevo fracaso como madre y como mujer.
La extraordinaria interpretación que hace Julia Roberts de su personaje, nos lleva a descubrir que Erin siente que realmente tiene en sus manos una misión: resolver la injusticia que sufren cientos de familias por el engaño, la impunidad y la mala fe de una empresa. Se dedicará a ella incluso poniendo en un riesgo su propia familia. Pero es como si no tuviera otra opción. Ella siempre tuvo el sueño de ser alguien en la vida. Y esta situación le brinda la oportunidad de sentirse respetada cuando habla.
La fuerza y la pasión de Erin tienen un efecto contagioso en su grupo, comenzando por su jefe, que parece que poco a poco se hace más humano, más cercano a la gente.
Conviene destacar la empatía que Erin muestra cuando escucha las historias de sufrimiento de las familias. El director nos da a demás el contraste y el efecto que produce en los enfermos y sus familiares la nueva abogada que se hace cargo del caso. “En un mundo donde escasean los héroes, la historia de Erin Brockovich es un inspirado recordatorio de la energía del espíritu humano. Su pasión, su tenacidad y su firme deseo de luchar por los derechos del oprimido que desafía las probabilidades... su victoria aún más dulce por el hecho de que mientras que ayudaba a otros, ella misma se ayudó”
Erin Brockovich nos presenta numerosos puntos para tratar la vocación, sobre todo sabiendo que es un hecho real. Una mujer que no es nadie, despreciada por ser mujer, juzgada incluso por su manera de vestir, se convierte en “salvadora” de un gran grupo de familias por su coraje y por su capacidad para sentirse interpelada. Además podemos encontrar otros elementos como la autoestima, el trabajo en equipo, las relaciones humanas, el crecimiento personal, la empatía-sentimiento… aspectos, todos ellos, que juegan su papel en la historia vocacional.
“Quizá la trama resulta un tanto previsible, pues repite el ya clásico esquema David —léase aquí Madre Coraje— contra Goliat, usado recientemente en películas como Legítima defensa o Acción civil. Sin embargo, tiene a su favor que reduce al máximo las farragosas incidencias judiciales, para centrarse más bien en las tragedias humanas de los afectados por las aguas contaminadas y en la tenaz lucha de Erin por unirlos. Además, esta lucha se enriquece con los esfuerzos de Erin por hacer compatible ese absorbente trabajo con la dedicación a sus hijos y a su nueva pareja, un bondadoso y pragmático motero (Aaron Eckhart), que acepta representar el papel secundario de canguro y casi padre de los críos"
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