Os presentamos una serie de pautas que pueden ayudar a todo el mundo a utilizar un lenguaje incluyente, que refleje la realidad de la sociedad actual y evite el sexismo del lenguaje oral y escrito. Hay que recordar que la igualdad en el lenguaje oral y escrito es fundamental para lograr visibilizar a la mujer.
Estas pautas pueden resumirse a modo de guía en los siguientes puntos:
Piensa antes de hablar: esta es la más sencilla y, a su vez, la más complicada de las pautas. La educación recibida durante la mayor parte de nuestras vidas no hacía reparo en conseguir la igualdad en el discurso; por este motivo está llena de frases hechas, estereotipos... que salen apenas sin darnos cuenta.
No pienses en el masculino como neutro: efectivamente durante mucho tiempo se ha utilizado el masculino como género neutro en el discurso. Esto ha 'demostrado' el papel de superioridad del hombre sobre la mujer durante miles de años pero que, afortunadamente, queda cada vez más relagado en el pasado.
Dale la vuelta a la frase, lo masculino por femenino y viceversa: esta regla puede hacernos salir de innumerables errores. Una frase como 'Los ministros del gobierno y sus mujeres...' podría parecer correcta, sin embargo, ¿qué ocurre con la frase 'Las ministras del gobierno y sus hombres...'? Quizá sólo el hecho de plantear la frase del revés nos haga caer en la necesidad de sustituir la frase por otras del estilo 'El equipo de gobierno y sus cónyuges...'.
Verifica un trato igualitario a hombres y mujeres: no es difícil encontrar frases del estilo 'El Sr. Márquez y la Señorita Rosarito...' en la que podemos encontrar varias asimetrías.
- Quizá el Sr. Márquez sea soltero, pero a nadie se le ocurriría hoy en día llamarle Señorito.
- ¿Por qué al Sr. Márquez nos referimos por su nombre y a la Señorita Rosarito por su nombre de pila?.
- Y, ¿tiene algún sentido el uso del diminutivo?
Presta cuidado a los duales aparentes: se consideran así los términos que aunque semejantes morfológicamente hablando, implican importantes diferencias en caso de utilizarse el masculino y el femenino. Ejemplos en esta línea pueden ser los pares 'hombre público' vs. 'mujer pública', 'zorro' vs 'zorra' y un largo etcétera.
No asumas que el lector (mejor dicho, quien lee) será siempre un varón: durante mucho tiempo, la mayoría de impresos firmados eran rubricados por varones. Sin embargo, esto afortunadamente ha cambiado, por eso debería ser cada vez más extraño ver escritos en los que aparezcan términos como 'El declarante', 'El abajo firmante'...
Ten en cuenta que la mujer está ocupando cada vez más puestos tradicionalmente reservados a varones: por eso ya no es lícito utilizar términos como ministros, presidentes, alcaldes... para referirnos a colectivos que, con el paso del tiempo, incluyen cada vez a más mujeres en sus filas.
Haz uso de términos colectivos abstractos: esta es una fórmula simple de evitar tediosos discursos plagados de términos que se repiten una y otra vez en masculino y femenino. ¿Por qué hablar de ciudadanos cuando podemos decir ciudadanía?, ¿por qué hablar de alumnos y alumnas cuando podemos decir alumnado?... Podrás comprobar que hay más términos en esta línea de los que imaginabas.
Cuida otras coletillas del estilo:
- Los que hayan aprobado... vs. Quienes hayan aprobado...
- Alguno habrá terminado... vs. Alguien habrá terminado...
- El que firma vs. Quien firma
- Todos tenemos derecho a... vs. Las personas tienen derecho a...
Cuando utilizas el término 'hombre'...: ...¿te refieres realmente a varones, o a hombres y mujeres? Utiliza otras expresiones si es el segundo de los casos 'ser humano', 'humanidad'... son sólo algunas de las posibles soluciones.
Uso del término mujer delante de algunas profesiones: ¿por qué puede parecer lógica la frase 'mujeres astronautas', cuando nunca se ha hablado de 'hombres astronautas' para referir a sus homólogos varones?
Cuida los sustantivos que usas, pero también los determinantes: sustituir 'profesor' por 'docente' puede parecer una buena opción para evitar el lenguaje excluyente hacia la mujer, pero si la frase queda como "los docentes" el determinante vuelve a centrarse en el varón; debes cuidar también los determinantes u optar por soluciones como "el equipo docente"
Uso de símbolos: la utilización de la @, así como de barras y guiones (p.e. alumnos/as, ciudadano-a) puede parecer una solución sencilla, sin embargo sólo es útil en el lenguaje escrito y, además, hay recursos mucho más vistosos. Restringe el uso de esta solución a formularios (en la web o en papel) donde hay poco espacio para otras soluciones.